Queridos amigos y amigas del CEIP Lucía Jiménez, La Atalaya Sta. Mª de Guía, de Haría y todas las personas cercanas con el pueblo Mozambiqueño.
En primer lugar, un fuerte abrazo lleno de alegría para felicitarles por esta Navidad. Sé que las postales no llegarán a tiempo, pero mi cariño ya lo tienen y yo tengo el de ustedes.
Esta pequeña carta es para agradecerles el envío de casi 1100€ con los cuales he comprado: un ordenador, una impresora, un maletín para el ordenador, una cámara de fotos y su cartón de memoria.
Ya saben que a principios del mes de agosto entraron en mi casa, un domingo mientras estaba en misa, y me robaron todos los aparatos electrónicos (ordenador, cámara de vídeo, DVD, impresora, cámara de fotos, teléfono, pendrives...) y otras muchas cosas. En estas tierras, la miseria lleva a las personas a hacer cosas que no son buenas para nadie, como robar. Últimamente hay una oleada de robos a mano armada en la capital, y ya han asaltado 4 casas religiosas de la Iglesia Católica. Gracias a Dios, la capital está muy lejos de aquí... jajaja
De todos modos, pensé: un misionero debe andar ligero de equipaje, y no atarse a esas pequeñas cosas. Y estuve un buen tiempo sin usar toda esa tecnología. Sin embargo, ser misionero es ser enviado por tu pueblo a otros pueblos. Esto implica que yo tengo una responsabilidad directa con quienes me enviaron: mi pueblo canario, mi iglesia canaria, ustedes. Mi misión en Mozambique no tiene sentido sin ustedes, sin sus sueños, sin su colaboración, sin su oración. Por lo tanto, comencé a sentir la necesidad y la urgencia de volver a entrar en contacto con ustedes.
Sin embargo, desde que me robaron ustedes se pusieron en marcha para no cerrar la ventana que nos une. KHANIMAMBO SWINENE! El dinero llegó hace mucho tiempo pero escoger un ordenador, impresora y cámara no es fácil en estas latitudes, y con las distancias que tenemos. Pero finalmente, hace unos 15 días compré el ordenador y ayer la cámara. INKOMU!
Espero que a partir de ahora pueda volver a escribirles y enviarles en día a día de esta Misión en la que sigo aprendiendo mucho de ellos y de ustedes. Feliz Navidad y que el 2012 sea un año de crecimiento, de paz, de austeridad y solidaridad. Abrazos agradecidos desde Sábiè, manolín
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