Ser “del Ingenio” es siempre un orgullo, pero cuando se trata de solidaridad no sólo me siento orgulloso sino además agradecido y motivado.
Hace unos meses estuve de vacaciones y el grupo de Cáritas de Ingenio me preguntó si podían enviar una caja con gafas que las personas olvidan en el aeropuerto y que luego AENA entrega a Cáritas para su distribución. Les dije que sí, un poco con miedo, porque es muy caro enviar paquetes desde Canarias hasta Mozambique, y porque siempre pueden haber “intermediarios” que se queden con algo por el camino.
El grupo de Cáritas se puso las pilas y lo envió antes de mi regreso a Mozambique. Creo que sólo tardó un mes en llegar el paquete completo. Fue una gran alegría recibirlo pues todas las gafas llegaron en perfectas condiciones. Gafas muy bonitas y nuevas, ninguna en mal estado o deteriorada por el tiempo.
Informé a la gente de Songo sobre la llegada de este regalo, y les pedí que viniesen todos aquellos que tienen problema de vista. Durante este mes ha sido un río de gente que pasada horas probándose las gafas hasta encontrar alguna que le sirviese. La gente está muy agradecida. En el Hospital Rural de Songo no tenemos oftalmólogo, y aquí donde vivimos no tenemos ninguna óptica, así que fue todo un acierto. Algunas gafas de sol las he guardado para sortearlas, porque esas las puede necesitar cualquier persona.Ya sólo me quedan tres gafas, y dudo que encuentren un nuevo usuario.
Estas letras sólo pretenden agradecer el gesto de
Solidaridad Internacional de nuestro grupo de Cáritas de Ingenio que
nunca olvida que tiene un misionero a quien apoyar… Tatenda kwene-kwene!
¡Muchísimas gracias! De todo corazón, hoy estoy orgulloso de ser
cochinero, pero no sólo por haber nacido ahí, sino sobre todo por sentir
el gran corazón de este pueblo tan caritativo con las personas más
empobrecidas de la tierra… En nombre de todas ellas: GRACIAS
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