Me enternece saber que hay dos niños y una niña que han roto sus huchas en favor de las niñas y niños de Mozambique




 

 

SOLIDARIOS CON MOZAMBIQUE

Cada vez que me siento a escribir unas palabras de agradecimiento, tengo tres fuertes sensaciones: la primera, que no voy a ser capaz de agradecer suficientemente tanta bondad; la segunda, que voy a “olvidar” a muchas personas que de forma anónima están confiando en mí para hacer posible un mundo un poco mejor; la tercera, que esas buenas personas se van a “enfadar” conmigo porque no quieren que nadie sepa lo que su mano derecha ha hecho en favor de los pobres, y que Dios es quien realmente estará eternamente agradecido por su buen corazón.

 


        Aún así, me enternece saber que hay dos niños y una niña,
que han roto sus huchas en favor de las niñas y niños de Mozambique: Adriel (el nieto de Dora) y Jorge Carlos y Laura María (los hijos de la Doctora Carolina). Este gesto muy lindo que a lo largo de estos años que llevo en Mozambique, lo han hecho muchos niños y niñas en los colegios y en sus familias. Cuando un adulto da una cantidad de dinero, sabe exactamente lo que hace y tiene toda una opción clara por la solidaridad y por la misión. Cuando un niño o una niña entregan algo, realmente no tienen idea de lo que hacen, sólo sienten que su corazón les obliga a hacer ese gesto de forma totalmente altruista y amorosa. Detrás de ese niño o niña no hay ideología, ni compromiso por cambiar el mundo, ni una filosofía de vida… sólo hay amor limpio y puro por ayudar sin más a otros niños y niñas como ellos, a los que sienten como amigos con quienes un día podrán jugar. Me enternece sólo pensarlo.


 

            Gracias de todo corazón Adriel, gracias de todo corazón Laura María, gracias de todo corazón Jorge Carlos porque ese lindo gesto de compartir, lo han hecho como Dios mismo lo hace. Para mí ustedes son la mejor versión del ser humano, a lo que debe aspirar cualquier persona y la imagen más tierna y verdadera del Dios de Jesús.

Comentarios